Ayer hicimos un after a beneficio de los estudiantes del curso de testing que estamos dando enfocado en conseguir una opción de trabajo para personas con discapacidad en el rubro de la informática, más que nada pensando en la ley recientemente aprobada, que generará oportunidades en el corto plazo. Quedé muy contento de lo sucedido ayer. Escuchar a los gurises tan entusiasmados y agradecidos, es algo imponente, imposible no emocionarse uno también. Aún no sé si el evento sirvió para recaudar mucho, si se llegó a lo que se esperaba, pero de todos modos se generó eso lindo, de llegar a difundir a más personas, se acercó gente como para cursar el año que viene (a partir de escuchar lo que comentamos en la radio), se acercó gente nueva, que no conocía mucho el proyecto y quería ver de qué se trataba, se acercaron padres y familiares, todos muy contentos con lo que se está haciendo.
Ayer le comentaba al padre de Luciano, uno de los estudiantes que tiene asperger, que siento que como sociedad estamos dando recién los primeros pasos para ser más inclusivos. Nos falta mucho, pero confío en que necesitamos cursos como los que estamos dando con las chicas de Humana (lo que antes era Integra), impulsando para que esos primeros pasos se den con mayor firmeza.
Algo que comentaba ayer en unas palabras que compartimos con los asistentes, es que todos tenemos mucho para aprender. Los chicos tendrán que aprender a desempeñarse en la industria informática, pero tendrán mucho para enseñarnos también. Tendrán que enseñarnos a que todos encontremos la forma de sentirnos cómodos trabajando, haciendo fuerza juntos para que la integración se de de verdad.
Una de las cosas que aprendí recientemente y lo quiero compartir como un ejemplo, es el hecho que los sordos no leen y escriben como cualquier otra persona. Esto me lo contó asombrada Sara, una de las docentes de Abstracta que participó más activamente en el curso. Ella me decía que uno de los tres chicos con sordera le había preguntado el significado de muchas palabras, pero palabras que para cualquiera son comunes, tales como “sugerencia” o “alternativa”.
Leyendo un poco al respecto ahora, y reflexionando al respecto, los sordos tienen una gran dificultad para leer ya que uno cuando lee asocia sonidos a cada palabra, uno va pensando en cómo van sonando, y creo que el razonamiento se va haciendo más que nada basado en cómo suenan esas palabras en la cabeza. De esta forma el idioma escrito vendría a ser como una segunda lengua para un sordo, o quizá peor. Y para complicarla más, ni siquiera hay un único lenguaje de señas, sino que así como los idiomas escritos y hablados, existen diversos lenguajes de señas de acuerdo al país o región. Si querés leer más del tema, podés ver acá o acá.
Muchísimas gracias a todos los que estuvieron presentes en #Enlace y a los que apoyaron desde la distancia para que pudiéramos realizar el After: Inclusión y Diversidad. Todo un éxito! Nos vemos en el próximo! ??#inclusión #testing #team pic.twitter.com/ioyjWsqomP
— Lisandra Armas (@lisyarmas) November 10, 2018
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