Abstracta, IntegraT, e INEFOP brindan un curso gratuito en Testing de Software a personas con discapacidad con el fin de que tengan herramientas para poder insertarse en el mercado laboral de tecnología, el cual es conocido ya no por desempleo cero, sino por desempleo negativo.
“A la hora de salir a buscar trabajo me armo de coraje y valor porque no sé con qué respuesta o actitud me pueda llegar a encontrar, dado que ya me enfrenté a un despido por no satisfacer físicamente a los propietarios.”
Lorenzo es uno de los estudiantes del curso, el cual demuestra gran voluntad de trabajar y mejorar. Actualmente tiene 27 años, y en su testimonio comenta sobre una experiencia anterior donde había conseguido trabajo como guardia de seguridad en un barrio privado. El rol que tenía era llamar al 911 ante situaciones sospechosas, por lo tanto su condición no afectaba la tarea. Sin embargo, debido a sus temblores, lo despidieron a los veinte días ya que “no daba” con el aspecto de guardia.
Dos pájaros de un tiro
Actualmente en Uruguay, el 16% de la población tiene alguna discapacidad y el 80% de esas personas se encuentra desempleadas. Por otro lado, existe una demanda de personal capacitado en tecnología insatisfecha que aumenta cada vez más.
¿Por qué no conjugar esta gran cantidad de personas con ansias de trabajar y darles las herramientas para que puedan desarrollarse en un rubro que se encuentra en una búsqueda constante de personas?
Con este propósito, se formó el curso de Tester de Software para personas con discapacidades. Por un lado a Abstracta, aportando desde los contenidos técnicos y por otro, la fundación Integra formando a los estudiantes en competencias transversales para poder facilitar la búsqueda de empleo en el sector y prepararlos para el mundo laboral.
El testing de software es, entre otras cosas, utilizar el pensamiento crítico, el conocimiento del negocio y la creatividad, para diseñar las pruebas y a través de los resultados de éstas poder obtener información sobre la calidad del producto.
El curso
El grupo de estudiantes es muy diverso. Hay personas en sillas de ruedas, otros con asperger, esquizofrenia, y sordera. Hay estudiantes más tímidos, otros extrovertidos, los que más estudian, los que hacen muchas preguntas y los que nos hacen reir. A lo largo del curso, el grupo se fue conociendo y complementando. De hecho, aquellos que tenían más facilidad se juntaban un día extra en la semana para ayudar a los que tenían dificultades con algún tema en particular. Se formó un gran sentido de compañerismo y trabajo en equipo que los fortaleció para poder avanzar y adquirir los conocimientos que necesita un tester. Es destacable el entusiasmo que tienen de poder demostrar que su trabajo también aporta.
“Nunca me había tomado el tiempo necesario para pensar cómo ven el mundo y cómo interactúan con éste, las personas que no pueden escuchar. Quienes tienen sordera, tienen un lenguaje que es compatible con el español pero que no precisamente se interpreta de la misma manera. Para ellos las palabras a veces no tienen un equivalente en una cadena de letras ordenadas, sino que tal vez se expresan a través de un símbolo o un gesto.”
Una de las capacitadoras del curso, parte del equipo de Abstracta, cuenta lo desafiante que fue poder explicar los conceptos a los estudiantes con sordera. En cada clase, una intérprete de lengua de señas acompañó a los jóvenes para traducir lo que se explicaba. Poco a poco, tanto los capacitadores como los alumnos se fueron adaptando a encontrar formas de comunicarse de manera más eficiente con los jóvenes y a poder expresar los conceptos para que ellos también puedan entenderlos correctamente.
Este enriquecedor desafío será al que se enfrenten las empresas y actuales trabajadores, dónde le den una oportunidad a todas estas personas con ganas de trabajar, y viceversa. Ambas partes deberán salir de su zona de confort para lograr aprender a tratar como igual al otro y nutrirse entre sí.
Marco legal y valor agregado
Recientemente se aprobó la ley de trabajo para personas con discapacidad. Entre otras cosas establece que toda empresa privada con más de 25 empleados, deberá cubrir el 4% de las vacantes que surjan desde que sea efectiva la ley, con personas con discapacidad. Contempla también un período de implementación y otros resguardos que protegen al trabajador.
No compartimos que se contraten personas sin hacerlas sentir productivas en las empresas de tecnología, y esto es parte de lo que nos impulsó a apoyar con el proyecto. Además entendemos que es un rubro que aporta a la integración de esta población relegada, ya que está generalmente aceptado en el rubro IT que en ocasiones los trabajadores se desempeñen en sus puestos de forma remota, es decir desde su hogar. Consideramos que este es otro punto sumamente favorable para aquellas personas con dificultades para trasladarse.
Además de las habilidades propias de cada individuo, de las cuales las personas con discapacidad no son ajenas, hay una oportunidad bien interesante para las personas con discapacidad dentro del mundo del testing, que son las pruebas de accesibilidad.
En estas pruebas lo que se busca es verificar si el sistema que uno está desarrollando es apto para ser usado por personas con discapacidad. De esta manera, se verifica la interacción del software con personas que sufren, por ejemplo, problemas visuales, motrices, auditivos, y en base a estos resultados se harán las modificaciones necesarias para hacerlo accesible.
Integrar es: “constituir un todo, completar un todo con las partes que faltaban o hacer que alguien o algo pase a formar parte de un todo.”
Llamado a la Acción
Ayúdanos a integrar compartiendo este post para que llegue a las empresas que puedan darles una oportunidad y a todas esas personas que tienen alguna discapacidad, para que sepan que pueden capacitarse.
También, volvemos a invitarte al After Inclusión y Diversidad, del que te hablamos en este post.
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